Black Dog
Todo comienza como el riff de apertura de Black Dog, de Led Zeppelin. Crudo. Salvaje. Imposible de contener. Un rugido que avanza y te arrastra con él. Ella ardía como el fuego, y se desvaneció como el humo.
Solo quedó el eco de su ausencia.
Este anillo nace de Black Dog, no solo de la canción, sino de lo que arde debajo: el amor sin reciprocidad, el deseo que no se apaga, la memoria de un vínculo que nunca fue. Ella sigue rondando tus pensamientos, y algo dentro de ti, aún hoy, se niega a dejarla ir.
La versión femenina busca el equilibrio entre fuerza y silencio, formas definidas, oro cepillado,
y un diamante solitario incrustado como un secreto. No intenta seducir. Permanece en la piel,
como un susurro que no se puede callar.
La versión masculina es más firme, más directa. Líneas marcadas, un peso que no se oculta. Una joya que se lleva como una promesa muda. Nada decorativo aquí. Solo lo esencial: la tensión, la huella, la verdad.
Cada anillo vive por sí solo. Pero juntos, vibran más fuerte. Dos piezas nacidas de un amor que no llegó…
pero que dejó marca.
No todas las historias de amor encuentran respuesta.
Algunas se convierten en leyenda.
VERGEZ™, wear the story.