LA SORTIJA AMORAE
- Philippe Vergez
- 24 may
- 2 Min. de lectura
Ameno fue el llamado. Amorae es la respuesta, nacida de un canto, llevada como un voto.
Para quienes aman como se lucha, sin volver la vista atrás.

Amorae nació en Roncesvalles, donde cada piedra guarda siglos de batallas, promesas y plegarias olvidadas.
Ameno fue el canto que abrió la Puerta, un eco antiguo que despertó algo más profundo que la memoria.De ese eco nació esta sortija.
Amorae no es solo una reliquia del pasado. Es una declaración de amor, un voto fundido en oro. Un símbolo de devoción, de un amor sagrado,lo bastante fuerte como para desafiar el tiempo, el silencio y la distancia.
Une lo que fue con lo que será.Una sortija radical, forjada en antiguas leyendas y en la solemnidad de las catedrales góticas. Lleva consigo el susurro de los paladines, la sombra de espadas perdidas, el latido de vidas pasadas… y la suave rebeldía de un pueblo que jamás se inclinó.
Llevar la Sortija Amorae es portar una fuerza silenciosa. Una mezcla de armadura y oración. No reposa en tu mano, permanece contigo. Como un voto susurrado entre el ruido. Como un recuerdo grabado en la piel. Una presencia. Un pulso. Una energía que vibra justo bajo la superficie.
"Sortija Amorae" – Un tributo en metal y alma
Forjada en oro blanco y coronada por un zafiro talla cojín, Amorae es más que una joya. Es una promesa, creada para quienes llevan el amor como estandarte y el compromiso como segunda piel.
En su centro está la cruz VERGEZ: cuatro lirios entrelazados en geometría sagrada, formando un himno silencioso en metal precioso. Más que un engaste, un escudo. Cuatro hojas afiladas protegiendo lo sagrado.
El zafiro brilla como un vitral, fracturado, luminoso, renacido. Tan profundo como un recuerdo, tan puro como un canto antiguo. Una ola surfeada un día… grabada para siempre.
Desde arriba, la sortija revela pétalos esculpidos con fuerza y ceremonia. De lado, se alza como un bastión. Un monumento. Un sello que parece haber sido tuyo desde siempre.

Este es mi homenaje.
A vidas pasadas.
Al amor que resiste el silencio.
Al espíritu vasco, guardián de la tierra y del alma.
A Ameno.
A ERA.
Al metal.
Al canto que abrió una puerta en mí, y nunca la cerró.
La Sortija Amorae es para quienes aún cruzan esa puerta, con amor en el pecho, y fuego en el alma.
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